Un minuto de sonrisas por esos amigos locos que ya no están. ¿De silencio? ¡No! ¿Por qué? Porque en silencio nunca pudimos estar, por cada instante. Por cada sueño, por los que pudimos realizar. Por la vida, por el tiempo, por la irreverencia en la que corrimos, por la rebeldía, por la fuerza de la edad. Un minuto de sonrisas por todas las pendejadas. Gracias (El Brothi)
Permanecerán los rincones infinitos guardando secretos eternos.