Ir al contenido principal

El Patchwork y la Política Salvadoreña

Una de las mejores amigas en la vida es la coherencia.

Hoy día tenemos la posibilidad de navegar en el basto mar de la información accesando a todo tipo de conocimiento de la manera más inmediata.

Leyendo sobre la Gran Depresión de los años 30 en Estados Unidos, se puede encontrar las anécdotas más sorprendentes que enseñan que, aún en la crisis, es posible desarrollar grandes habilidades; una de ellas fue la costura, si, la confección de ropa.

Existe una técnica conocida como Patchwork que consiste en la unión de diferentes tipos, colores y texturas de telas de una forma simétrica; ésta fue todo un boom en América, ya que permitía remendar, reciclar y elaborar productos a muy bajo costo, como prendas para vestir, manteles, colchas, bolsos, alfombras, etc. Tal técnica se ha desarrollado en diferentes culturas y épocas siempre con mucho éxito; Patchwork se traduce como el trabajo de remendar. Este arte está marcado por el estilo y la calidad de reutilizar, adecuar y reciclar; esto nos transmite una idea muy interesante: "todo es útil, nada es inservible".

Ahora añadiremos al Patchwork el tema de la política; esta técnica añade y no desecha, adecua, busca soluciones siempre simétricas, estilizadas y en armonía. El Salvador es una tierna democracia de 27 años marcada por la impunidad, la corrupción y la falta de voluntad; hoy a casi 4 meses de su 7° gobierno, posterior a los Acuerdos de Paz, enfrenta un viejo enemigo: las posturas ideológicas.

Los últimos días del mes de septiembre se han visto marcados por un enfrentamiento en las redes sociales entre el presidente Bukele y un segmento de la población que no respalda su mandato, denominado" el 4%". El breve relato del Patchwork nos enseña como este sencillo, pero hermoso arte, contribuyó a que Norteamérica hiciera un poco más ligera su carga.

Un estadista no impone, convence; un buen líder no se justifica, busca soluciones.

Todos somos llamados a unirnos a pesar de nuestras diferencias de pensamiento para poder salir adelante el 100 %.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Le llamaré vida

¿Puedo titular algo tan grande como la vida? ¿Acaso puedo poner un tema sobre algo desconocido, incierto e incluso invisible? Menos lo puedo saber. Veo lo que está delante de mí, aunque tampoco lo entiendo. Veo cómo en ocasiones el dolor se apresura sobre mí para quedarse durante muchos días. Mientras que la felicidad apenas se asoma. ¿Qué puedo esperar cuando no hay nada que esperar? ¿Cómo puedo anhelar cuando no hay deseo? El deseo huyó lejos. Mientras tanto, veo mi sombra proyectada sobre una roca eterna. Quizá a esto le llamaré vida.

Engañados por su engaño

Siempre hay uno que engaña a una tercera parte. Siempre hay uno que mueve a muchos. Siempre hay uno que engaña para hacerse un trono. Siempre hay uno que dice: "No morirás". Siempre hay muchos que además son engañados por su propio engaño. Desde épocas y tiempos; El uno, así como los demás, Serán derribados por su altivez. 

Hijo tené cuidado

Al salir por la mañana el clima estaba fresco, el vehículo tardó en encender; eran las 6:05, aunque parecía más temprano, da la impresión que el sol ya comenzó a salir mas tarde y a ocultarse antes; mi madre se asoma a decirme: "Tené cuidado, Dios te bendiga".  A sus 86 años mi mamá representa una generación de padres que marcó la pauta y no rehusó la responsabilidad de formar y educar. Todos los nacidos entre los 60's y 70's supimos que una mirada representaba un: "váyase para su cuarto que esta es una plática de adultos", "después hablamos". Mis padres no amagaban ni se arrepentían: verguiada ofrecida, verguiada dada.  La sicología del chancletazo, cincho, jalón de pelo, pellizco; no faltaba en casa; otros, se vieron expuestos a doctrinas radicales, como: el cordón de la plancha, la raja de leña, el lazo con aceite, a lamerse la espalda con sal para resolver conflictos entre hermanos. Mi madre cursó hasta segundo grado de primaria, pero eso le b