Ir al contenido principal

Sobra quien haga su Agosto en las crisis .

En los pueblos nunca falta el borracho que escarba el nicho para luego terminar cayéndose en la sepultura, y todo para comprar el trago de agua ardiente para acompañar su propio dolor. 

Siempre hay beneficiados en las tragedias y en el Covid-19 no es la excepción. Los supermercados han llenado sus bolsillos ante el anuncio de cada cuarentena, igual las farmacias, la comida para llevar, etc. Se dice que Jeff Bezos, el actual hombre más rico del mundo ha incrementado su fortuna debido al repunte de las compras por internet; el temor, la necesidad o el deseo de calmar las ansias a través de las compras, ha aumentado los ingresos de algunos rubros. La sociedad actual dista mucho de aquel sentido básico de supervivencia de otros tiempos; la austeridad se ha vuelto un recuerdo conservador porque hoy día corona el exceso y la satisfacción desmedida. Pero como en toda realidad hay un lado opuesto y en este caso, radicalmente opuesto, esto significa que la pobreza de muchos se ha incrementado a nivel de miseria por la pausa económica.

En El Salvador la situación va más allá de la pandemia; se está luchando contra el hambre, la crisis política de un gobierno que dice y hace más por impulso electoral que por buscar soluciones reales y oportunas siempre apegado a los índices de popularidad y por si fuera poco, también contra el golpe de la depresión tropical Amanda.

Según El Instituto Centroamericano de Asuntos Fiscales, "El Salvador tendría su peor año en la era democrática", precisamente al cumplirse un año de gobierno del Presidente Nayib Bukele. En esta pandemia se ha hablado mucho de reinventarse para lograr salir adelante y necesitamos no solo reinventarnos, también requirimos equilibrar esta manera pasional y sensacionalista de vivir y tomar decisiones. Hoy más que nunca necesitamos saber que hacer, y obviamente eso no lo encontraremos en las redes sociales; los gobiernos urgen tener planes, la empresa privada como el negocio de la calle necesitan dejar de lado su sentido voraz y como individuos saber ajustarnos a la nueva realidad surrealista. 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Le llamaré vida

¿Puedo titular algo tan grande como la vida? ¿Acaso puedo poner un tema sobre algo desconocido, incierto e incluso invisible? Menos lo puedo saber. Veo lo que está delante de mí, aunque tampoco lo entiendo. Veo cómo en ocasiones el dolor se apresura sobre mí para quedarse durante muchos días. Mientras que la felicidad apenas se asoma. ¿Qué puedo esperar cuando no hay nada que esperar? ¿Cómo puedo anhelar cuando no hay deseo? El deseo huyó lejos. Mientras tanto, veo mi sombra proyectada sobre una roca eterna. Quizá a esto le llamaré vida.

Engañados por su engaño

Siempre hay uno que engaña a una tercera parte. Siempre hay uno que mueve a muchos. Siempre hay uno que engaña para hacerse un trono. Siempre hay uno que dice: "No morirás". Siempre hay muchos que además son engañados por su propio engaño. Desde épocas y tiempos; El uno, así como los demás, Serán derribados por su altivez. 

Hijo tené cuidado

Al salir por la mañana el clima estaba fresco, el vehículo tardó en encender; eran las 6:05, aunque parecía más temprano, da la impresión que el sol ya comenzó a salir mas tarde y a ocultarse antes; mi madre se asoma a decirme: "Tené cuidado, Dios te bendiga".  A sus 86 años mi mamá representa una generación de padres que marcó la pauta y no rehusó la responsabilidad de formar y educar. Todos los nacidos entre los 60's y 70's supimos que una mirada representaba un: "váyase para su cuarto que esta es una plática de adultos", "después hablamos". Mis padres no amagaban ni se arrepentían: verguiada ofrecida, verguiada dada.  La sicología del chancletazo, cincho, jalón de pelo, pellizco; no faltaba en casa; otros, se vieron expuestos a doctrinas radicales, como: el cordón de la plancha, la raja de leña, el lazo con aceite, a lamerse la espalda con sal para resolver conflictos entre hermanos. Mi madre cursó hasta segundo grado de primaria, pero eso le b