Anoche hablé con el silencio.
Salió del huerto sin haberme notado
Se dirigió al centro del patio,
Frente a la fuente;
A danzar con la luna,
Cuando notó mi presencia se detuvo,
Me sonrió con su alma,
Durante un instante nos miramos
Y le conté entre parpadeos de estrellas
La causa de mis rebeliones.
Luego la brisa de la madrugada lo llevó hasta su trono,
Sus ojos me sonrieron
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