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Mostrando entradas de julio, 2020

Inexorable amor

Ella lo salvó sin saber que existía El la buscaba sin haberla perdido Al abrir la puerta ella estaba allí Los ojos de él se llenaron de ella Ella no sabía que él la amaba Ambos crecieron Él la tatuó en su alma  El tiempo marcó la hora Él la buscó Sin saberlo,ella lo esperaba Él la abrazo, ella ya lo amaba 

«Relatos de camino real»

El Covid-19 irrumpe en la vida de quién sea. El temor es más fuerte que la pandemia . Verdugo tumbó la puerta de Insensato sin ningún esfuerzo, lo halló tendido sobre sus trivialidades, sin detenerse ante el asombro Verdugo caminó hacia Insensato y lo rodeó con la mirada del depredador que está por saltar sobre la presa; lo llevó al borde de sus capacidades emocionales hasta casi asfixiarlo, Verdugo se rió resoplando entre sus labios toda su indiferencia. Miró a Insensato de pies a cabeza mientras Insensato buscaba encontrar un hilo de aire a sus pulmones. Verdugo sacó de un viejo bolso un extraño y místico mazo de cartas, mientras se movía al comedor, Insensato lo siguío de reojo, Verdugo tomó una silla y se sentó; Insensato sabía que estaba perdido y no hizo otra cosa que caminar movido por el pánico cómo condenado a la guillotina. Insensato no pronunció una palabra y girando su rostro indicó a Insensato que se sentara frente a él; Insensato tomó la silla, le temblaban hasta los pens

Saludos !!!!

Saludos a todos los que luchan por la vida  a los que no encuentran la salida y lo siguen intentando, a los que creen aunque fueron defraudados,  a los que luchan contra gigantes,  a los que han vencido el pasado,  a los que creen en el futuro. Saludos a los que sufren, a los que han sido desahuciados, a los oprimidos y olvidados. Saludos a los que aman y a los que sueñan, a los que hacen emprendimientos, a los que rien aún cuando las cosas no están de su lado, a los que aman. Saludos desde la trinchera de mi vida 

Inexorable tú

Este día salió tarde el sol Me entretuve buscando las ganas... tocó improvisar una agenda, hay muchas cosas, pero realmente la gran ocasión y la cita esperada,  siempre eres tú.

Inexorable salvación

...Salvó mi vida El viento abrió mi puerta a la imponente montaña crecí en sus faldas reí en sus laderas. El tiempo del ascenso despertó mi corazón, fuí en camino seguro por la ruta de la vida . Al pasar los días descendí a una viña ella tomó mis soles y yo bebí sus lunas. Al regresar al camino lado Este borrascoso, por dónde pocos transitan camino del encuentro entre el viento y la bruma. Aprendí a guarecer en la hendidura de la roca a ser hierba, a ser águila, viento potente y suave brisa. Yendo al norte encontré a mi amada estrella imponente, gloriosa y la amé al borde de las fuerzas. Con otoños en el hombro y con el alma ya sin fuerzas divisé la última cumbre dónde fluye la fuente de la vida. Allí estaba imponente el origen de los vientos el agua cristalina y el rey de la vida yo conquisté a la montaña y la montaña salvó mi vida.

Después de todo

Después de todo... Está mañana endulcé el café con esperanzas ajenas, las propias están a 0%, desayuné instintos y sueños archivados. El sol está a media asta hay luto por la vida hay que reinventarnos por de pronto usaré una mascarilla con diseño de sonrisa En el camino encontré el cadáver de la rutina una hoja de impuestos un panfleto político el ticket de un club nocturno... Después de todo la civilización no está perdida. - Borromeo Tadeo-

Inexorable silencio

Hasta el amanecer Hablé con el silencio hasta el amanecer, no hubo exaltación o reclamos, me miró de reojo y me dijo: -lo tuyo no es lo mio- , que lo mío era deletrear cosas en códigos ajenos a él, qué lo marginaba, qué no había más interés; que un día lo busqué porque quería un poco él.

No hay otra salida más que aferrarse a la vida

A todos los que están peleando en sus cuerpos y corazones por sobrevivir.  Hace un par de semanas recibí la noticia sobre la muerte de uno de mis amigos de colegio, nos conocimos en 3° de primaria hasta primer año de bachillerato; murió de Covid-19, era Anestesiólogo de profesión y una de esas personas que no cambia, mantuvo su esencia; durante la juventud coincidimos en varias ocasiones hasta la adultez, nos reíamos de las mismas cosas siempre. Pero este amigo de nombre Julio fue el inicio de una serie de fallecimientos en cadena. Luego murió el tendero de mi colonia; Don Oscar, un adulto mayor de 75 años que enseñó a mi hijo a contar  los cambios y a hacer llamadas a la casa porque olvidaba los encargos; un par de días después, Don Alfonso, un paciente vecino de edad similar a quien le abollé la puerta tantas veces y volé la pelota sobre su techo y siempre me la regresó, a pesar de que me iba a los puños con su hijo cada tarde por el futbol callejero. Un par de días despu