La pared del cuarto tiene 52 años de no pintarse, los mismos que tiene la casa de haber sido construida; todo olía a estar harto de sí, aún con las ventanas abiertas y las cortinas recogidas la luz decidió no entrar porque todas las cosas preferian tropezar entre ellas; a que la luz les dijera qué hacer, una cuestión de anarquía doméstica. Los recuerdos caminaban de arriba para abajo con las manos llenas de tormentos, la ansiedad persigue a la incertidumbre por toda la casa de tal manera que las bisagras truenan por tanto abrir y cerrar todo el día, por allí Mal Pensada, no se mueve de la mecedora; es el lugar estratégico para vigilar el movimiento de todos, Impaciencia exaltada grita a conformidad: ¿qué hora es?
Los focos se quemaban rápido porque decía, Sábelo Todo : "muy duro los encienden", también los chorros vivían goteando porque "muy duro los cierran", "bajen el volumen del agua", "aprendan a ahorrar", "aquí a las cosas les salen patas y se van" y así, cada día declamaba la misma letanía de reprensiones. Imbécil, renegaba por todo; Enamorado, cantaba por todas; Odiosa, estudiaba para no hacer nada de los oficios del hogar; Princesa, siempre fue eso, la persona más extraordinaria de la familia y del mundo ; Y Existencia, ese jodía, porque era el más pequeño.
Los extraño mucho.
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