A sus 86 años y con muchos padecimientos mi mamá sigue siendo una institución. Compra en la calle, escogiendo, regateando, sintiendo que compra bien, unas dos veces a la semana, hacemos la misma ruta, en los alrededores del mercado Sagrado Corazón. zona intransitable, saturada de negocios informales de todo tipo. también la violencia de las pandillas manda en estas calles, en donde hay asesinatos con bastante frecuencia. El sagrado, es el corazón del centro de San Salvador
¿Puedo titular algo tan grande como la vida? ¿Acaso puedo poner un tema sobre algo desconocido, incierto e incluso invisible? Menos lo puedo saber. Veo lo que está delante de mí, aunque tampoco lo entiendo. Veo cómo en ocasiones el dolor se apresura sobre mí para quedarse durante muchos días. Mientras que la felicidad apenas se asoma. ¿Qué puedo esperar cuando no hay nada que esperar? ¿Cómo puedo anhelar cuando no hay deseo? El deseo huyó lejos. Mientras tanto, veo mi sombra proyectada sobre una roca eterna. Quizá a esto le llamaré vida.
Comentarios
Publicar un comentario