La marca de los 100 días de Bonaparte, Rossevelt y Bukele.

Astucia, ingenio y un poco de complicidad del destino llevó a que Napoleón Bonaparte burlara a la Guardia Británica y Francesa que le mantenían exiliado en la isla italiana de Elba. En su recorrido, rápidamente muchos se unieron a su propósito de retomar el trono de Francia; a partir de su entrada triunfal en París, la toma del trono de Luis XVIII, la campaña de Waterloo y su nueva abdicación, transcurrieron 100 días. Conocidos popularmente como "cent jours", este período comprendió desde el 20 de marzo de 1815 hasta el 28 de junio del mismo año; luego Bonaparte fue exiliado a la isla Atlántica de Santa Elena a unos 1800 kms. de la costa africana en donde murió el 5 de mayo de 1821. Posteriormente, algunas naciones dieron seguimiento a esta marca como signo de determinación.

En los tiempos modernos fue Franklin Delano Roosevelt quien tomó el gobierno de Estados Unidos en medio de una de las más grandes crisis financieras registradas a nivel mundial: "La Gran Recesión", ésta comenzó en el año 29 extendiéndose hasta finales de la década de los 40; en el año 32 Roosevelt ganó la presidencia y fue el mismo que se planteó públicamente la marca de los 100 días como símbolo del férreo compromiso que había adquirido;  inmediatamente formuló leyes que beneficiaran, motivaran y fortalecieran tanto al sector privado, inversionistas y al pueblo estadounidense; a esta reforma llamó "New Deal" o "nuevo trato", logrando transformar la economía desde las capas más pobres. Así, la marca de los primeros 100 días, ha venido tocando a la puerta de cada nuevo mandatario, sobre todo en el hemisferio occidental.

El 8 de septiembre Nayib Bukele alcanzará los primeros 100 días como presidente de El Salvador; son muchos los retos para una nación que se ha extendido en un proceso de post guerra desde finales del siglo XX, el gobierno como la sociedad salvadoreña han sido zarandeados por sendos casos de corrupción; los niveles de inseguridad y violencia son mayores a los del conflicto armado y una economía sostenida, mayormente, por las remesas que envían los connacionales radicados en Estados Unidos.

El discurso de Bukele raya siempre en la generalidad, el mayor esfuerzo de los primeros meses de su gobierno lo ha enfocado en disminuir los niveles de violencia e inseguridad; ha sometido a los líderes de las pandillas por medio de la pérdida de beneficios carcelarios, sin embargo, en los primeros días de septiembre hay repuntes de violencia. En lo económico, prometió insertar en la clase media al 70% de la sociedad salvadoreña, mejorar la red hospitalaria, la educativa, etcétera. Dentro de las promesas de su campaña electoral habló de la eliminación de la partida secreta de la Presidencia y no lo ha cumplido, por el contrario, un periódico digital señaló hace unos días que antes de cumplir los 100 días de gobierno ha incurrido en gastos discrecionales por más de 2 millones de dólares; la partida secreta fue una de las mayores fuentes de corrupción en los anteriores gobiernos de ARENA y el FMLN.

A partir del 8 de septiembre el presidente Bukele cuenta con 1725 días para cumplirle al pueblo salvadoreño o bien para demostrarle que es un demagogo más.

¡Felices 100 días Señor Presidente!