Ir al contenido principal

¿Cómo obviarte espera infinita?

Y seguimos en cuarentena....

Por JTContreras


El sonido de la aguja segundera domina el silencio de la cuarentena y los anhelos están desinflándose como el juguete inflable para llevar a la playa, porque ya se nos vino encima el invierno. Cada quien sufre a su manera al indomable engendro pandemico, porque ¿Cómo obviar al invasor invisible que nos ha postrado?
¿Cómo ignorar la zozobra? ¿Cómo obviarte espera infinita? 

Mientras tanto, en las calles se respira el temor empanizado en enojo contra el gobierno unos, contra la opocision otros; y el Ejecutivo, orquestando ejecuciones cada día en nombre del pueblo. El Procurador de Derechos Humanos intenta, pero su discurso no hace eco, se escuchan con más fuerza los grillos de la madrugada; ¡Ah! y los señores magistrados de la Sala de lo Constitucional son como aquellos músicos en la cubierta del Titanic que tocaban sus instrumentos mientras la nave se hundía. El Fiscal, ¡ah no!, el Fiscal General de la República es otra cosa, el Fiscal y Representante Legal de este país merece una corona por no existir y el Señor Ministro de Salud se merece otra, por correr, mientras  lamenta haber aceptado ser protagonista de semejante parodia gubernamental. 

Después de este atasco político, retorno a los sentires y emociónes del alma y la carne, y veo por la ventana cada día el silencio de una nueva realidad en dónde la distancia entre dos personas está marcada por un nuevo régimen:  1.30, 2 metros o 12 pies = 3.65 metros; entre más distante más seguro, pero los rebeldes nos seguiremos infectando de amor aunque después nos bañemos en lejía. 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Le llamaré vida

¿Puedo titular algo tan grande como la vida? ¿Acaso puedo poner un tema sobre algo desconocido, incierto e incluso invisible? Menos lo puedo saber. Veo lo que está delante de mí, aunque tampoco lo entiendo. Veo cómo en ocasiones el dolor se apresura sobre mí para quedarse durante muchos días. Mientras que la felicidad apenas se asoma. ¿Qué puedo esperar cuando no hay nada que esperar? ¿Cómo puedo anhelar cuando no hay deseo? El deseo huyó lejos. Mientras tanto, veo mi sombra proyectada sobre una roca eterna. Quizá a esto le llamaré vida.

Engañados por su engaño

Siempre hay uno que engaña a una tercera parte. Siempre hay uno que mueve a muchos. Siempre hay uno que engaña para hacerse un trono. Siempre hay uno que dice: "No morirás". Siempre hay muchos que además son engañados por su propio engaño. Desde épocas y tiempos; El uno, así como los demás, Serán derribados por su altivez. 

Hijo tené cuidado

Al salir por la mañana el clima estaba fresco, el vehículo tardó en encender; eran las 6:05, aunque parecía más temprano, da la impresión que el sol ya comenzó a salir mas tarde y a ocultarse antes; mi madre se asoma a decirme: "Tené cuidado, Dios te bendiga".  A sus 86 años mi mamá representa una generación de padres que marcó la pauta y no rehusó la responsabilidad de formar y educar. Todos los nacidos entre los 60's y 70's supimos que una mirada representaba un: "váyase para su cuarto que esta es una plática de adultos", "después hablamos". Mis padres no amagaban ni se arrepentían: verguiada ofrecida, verguiada dada.  La sicología del chancletazo, cincho, jalón de pelo, pellizco; no faltaba en casa; otros, se vieron expuestos a doctrinas radicales, como: el cordón de la plancha, la raja de leña, el lazo con aceite, a lamerse la espalda con sal para resolver conflictos entre hermanos. Mi madre cursó hasta segundo grado de primaria, pero eso le b