Si el amor pudiera guardarse en bodegas, enterrarse o depositarlo a largo plazo;
Si el amor se pudiera congelar, preservar o hacerlo en conserva;
Si el amor se comprara por docenas, en combo o al por mayor;
Si eso o más se pudiera hacer con el amor...
Pero el amor es un niño recién nacido, juguetón, huraño, frágil y hambriento a la vez.
El amor no amaga, te quiere; si se va, se escapa; si no se deletrea, se olvida.
El amor necesita disponibilidad sin problemas de horarios, fines de semana y feriados.
El amor es cosa de pocos; el amor es cosa locos.
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