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Mezquinos, ásperos y cortantes

Este jueves ha pasado de un día con pronóstico reservado a un día práctico. Una buena plática con mi mamá me dio ánimo, el tema, el más cotidiano de todos: "anoche soñé con tu papá "; ese comentario es a diario , a veces me incomoda un poco, uhhh mas bien , bastante. Creo que trata de llamar excesivamente la atención y digo esto de la manera más franca, porque es en este y otros aspectos del trato cotidiano, en donde nos comportamos mezquinos , ásperos y cortantes. Ya lo metí en este rollo; pero es tan normal el maltrato regular y sistemático hacia nuestros padres, ancianos o adultos mayores. Esta ocasión en vez de salir huyendo como en otras ocasiones, me quedé ,la escuche y me alimentó su plática; me dió esperanzas. Temprano de este mismo día publiqué un armatoste llamado: "Chingada vida " pues hoy les cuento que mí madre me la deschingó.

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Le llamaré vida

¿Puedo titular algo tan grande como la vida? ¿Acaso puedo poner un tema sobre algo desconocido, incierto e incluso invisible? Menos lo puedo saber. Veo lo que está delante de mí, aunque tampoco lo entiendo. Veo cómo en ocasiones el dolor se apresura sobre mí para quedarse durante muchos días. Mientras que la felicidad apenas se asoma. ¿Qué puedo esperar cuando no hay nada que esperar? ¿Cómo puedo anhelar cuando no hay deseo? El deseo huyó lejos. Mientras tanto, veo mi sombra proyectada sobre una roca eterna. Quizá a esto le llamaré vida.

Engañados por su engaño

Siempre hay uno que engaña a una tercera parte. Siempre hay uno que mueve a muchos. Siempre hay uno que engaña para hacerse un trono. Siempre hay uno que dice: "No morirás". Siempre hay muchos que además son engañados por su propio engaño. Desde épocas y tiempos; El uno, así como los demás, Serán derribados por su altivez. 

Hijo tené cuidado

Al salir por la mañana el clima estaba fresco, el vehículo tardó en encender; eran las 6:05, aunque parecía más temprano, da la impresión que el sol ya comenzó a salir mas tarde y a ocultarse antes; mi madre se asoma a decirme: "Tené cuidado, Dios te bendiga".  A sus 86 años mi mamá representa una generación de padres que marcó la pauta y no rehusó la responsabilidad de formar y educar. Todos los nacidos entre los 60's y 70's supimos que una mirada representaba un: "váyase para su cuarto que esta es una plática de adultos", "después hablamos". Mis padres no amagaban ni se arrepentían: verguiada ofrecida, verguiada dada.  La sicología del chancletazo, cincho, jalón de pelo, pellizco; no faltaba en casa; otros, se vieron expuestos a doctrinas radicales, como: el cordón de la plancha, la raja de leña, el lazo con aceite, a lamerse la espalda con sal para resolver conflictos entre hermanos. Mi madre cursó hasta segundo grado de primaria, pero eso le b